domingo, 4 de diciembre de 2016

La deuda que devora la red de mercados públicos

Barranquilla  04 de Diciembre de 2016 - 00:15
Son 11 plazas de mercados de Barranquilla que son administradas por Promocentro. En manos del Distrito decisión de liquidar o reestructurar la entidad, que tiene 81 empleados.
La situación financiera de la empresa Promotora del Desarrollo del Distrito Central, Promocentro, encargada de administrar los mercados públicos de Barranquilla, es “difícil”, al punto de que está a las puertas de un proceso liquidatorio.
La entidad arrastra deudas laborales por $10.000 millones. Allí están incluidos salarios moratorios, cesantías, primas de Navidad y obligaciones con cajas de compensación. En su mayor parte, las acreencias laborales vienen de 2007, fecha en la que el Distrito y Edubar dieron por terminado el convenio de asociación mediante el cual conformaron Promocentro.
Esta empresa sin ánimo de lucro administra 11 plazas y mercados: el de Granos, Ujueta, El Playón y ampliación del Playón, La Magola, Mercado Central (Miami), Barranquillita (mercado de carnes y pescados), Plaza de EPM, Miami II, Pescados y Mariscos y Fedecafé. (Vea fotografías con direcciones y estado de mercados). Cuenta con 81 trabajadores (35 vigilantes, 15 aseadores y personal de mantenimiento y el resto labora en el área administrativa).
Fredy Lemus, presidente de la subdirectiva Sintraemsdes, entidad que agrupa a los trabajadores de Promocentro, informó que hay unos 3.500 concesionarios en las plazas de mercado, los cuales pagan tarifas mensuales de $35.000 a $40.000 por local.
Angelo Cianci, gerente de Promocentro, quien asumió en marzo el cargo, dice que de $245 millones que facturan al mes están recaudando $170 millones desde abril; antes el recaudo era de $120 millones.
Lemus señala que muchos comerciantes son “renuentes a pagar” por varias razones, entre ellas el deterioro de las instalaciones de estos.
El trabajador Hernán Roca explicó que están “preocupados” por la suerte que correrán, porque no conocen cómo será el plan de liquidación. “Los días van corriendo, existe el Acuerdo 017 de 2016 que otorga autorización al alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, hasta el próximo 31 de diciembre para que proceda a liquidar”, dijo.
Los trabajadores expresan que no se oponen a una eventual liquidación o reestructuración, siempre y cuando puedan verificar las acreencias laborales de cada uno, el pago de los aportes pensionales y el retén social, entre otros factores.
Deterioro 
Manuel Lozano, comerciante barranquillero, quien lleva 22 de sus 70 años trabajando en el mercado, asegura que hasta en una tercera parte de lo habitual se han bajado las ventas, tanto para él como para los casi 430 comerciantes de la Plaza de EPM.
Quienes allí venden verduras, frutas, granos, y carnes, entre otros artículos, se quejan del deterioro de la infraestructura, a pesar de que, afirman, pagan el arriendo puntualmente.
Lozano dice que es evidente que son más las incomodidades existentes, producto de que no han hecho mejoras en el inmueble, al punto de que “cuando llueve nos inundamos”.
“El techo se nos ha venido cayendo a pedazos”, afirma. Expresa que aunque la tarifa que pagan es económica, como las ventas han bajado muchas veces “no hacemos ni para los pasajes para regresar a casa”. 
Las inundaciones también se presentan en el mercado El Playón cuando crece el caño de la Auyama en época invernal. Manuel Caballero, vendedores de esta plaza, quien lleva 22 de sus 81 laborando en el mercado, se queja del mal estado de las vigas del techo y de lo obsoleto que está el alcantarillado, el cual cuando llueve se rebosa.
Por eso pide, urgentemente, al Distrito que lo que recauda por arriendo lo invierta en infraestructura. “Yo me pregunto qué hacen la plata que recogen aquí”.
Dijo que otro factor que está incidiendo para que los barranquilleros no vayan tiene que ver con la cantidad de vendedores estacionarios en los alrededores de estos, lo que da sensación de inseguridad, y los almacenes de cadena que han abierto en la ciudad.
Otro comerciante de la  plaza La Magola, que también tiene problemas de infraestructura, expresó que se sienten abandonados y que en el lugar “llueve más adentro que afuera; los años pasan y no le cambian la cara al mercado”.
Promocentro señaló que lo que recaudan mensualmente por derechos de concesión (uso de los locales que pertenecen al distrito) “alcanza apretadamente” para los gastos de vigilancia, aseo y parafiscales, entre otros.
Cianci asegura que recientemente arreglaron el techo de El Playón con nuevas láminas para mejorar las condiciones de trabajo. 
Reveló que hace poco hicieron un recorrido por los mercados con una comisión de expertos en antisísmica y están a la espera del resultado del estudio. Reconoció que, en términos generales, los mercados tienen problemas en infraestructuras (techos y pisos) y en las redes de alcantarillado.

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