Por: Alexandra
De La Hoz
Barranquilla 04 de Diciembre de 2016 - 00:15
Son 11 plazas de mercados de Barranquilla que son
administradas por Promocentro. En manos del Distrito decisión de liquidar o
reestructurar la entidad, que tiene 81 empleados.
La situación financiera de la empresa Promotora
del Desarrollo del Distrito Central, Promocentro, encargada de administrar los
mercados públicos de Barranquilla, es “difícil”, al punto de que está a las
puertas de un proceso liquidatorio.
La entidad arrastra deudas laborales por $10.000
millones. Allí están incluidos salarios moratorios, cesantías, primas de
Navidad y obligaciones con cajas de compensación. En su mayor parte, las
acreencias laborales vienen de 2007, fecha en la que el Distrito y Edubar
dieron por terminado el convenio de asociación mediante el cual conformaron
Promocentro.
Esta empresa sin ánimo de lucro administra 11
plazas y mercados: el de Granos, Ujueta, El Playón y ampliación del Playón, La
Magola, Mercado Central (Miami), Barranquillita (mercado de carnes y pescados),
Plaza de EPM, Miami II, Pescados y Mariscos y Fedecafé. (Vea fotografías con
direcciones y estado de mercados). Cuenta con 81 trabajadores (35 vigilantes,
15 aseadores y personal de mantenimiento y el resto labora en el área administrativa).
Fredy Lemus, presidente de la subdirectiva
Sintraemsdes, entidad que agrupa a los trabajadores de Promocentro, informó que
hay unos 3.500 concesionarios en las plazas de mercado, los cuales pagan
tarifas mensuales de $35.000 a $40.000 por local.
Angelo Cianci, gerente de Promocentro, quien
asumió en marzo el cargo, dice que de $245 millones que facturan al mes están
recaudando $170 millones desde abril; antes el recaudo era de $120 millones.
Lemus señala que muchos comerciantes son
“renuentes a pagar” por varias razones, entre ellas el deterioro de las
instalaciones de estos.
El trabajador Hernán Roca explicó que están
“preocupados” por la suerte que correrán, porque no conocen cómo será el plan
de liquidación. “Los días van corriendo, existe el Acuerdo 017 de 2016 que
otorga autorización al alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, hasta el
próximo 31 de diciembre para que proceda a liquidar”, dijo.
Los trabajadores expresan que no se oponen a una
eventual liquidación o reestructuración, siempre y cuando puedan verificar las
acreencias laborales de cada uno, el pago de los aportes pensionales y el retén
social, entre otros factores.
Deterioro
Manuel Lozano, comerciante barranquillero, quien
lleva 22 de sus 70 años trabajando en el mercado, asegura que hasta en una
tercera parte de lo habitual se han bajado las ventas, tanto para él como para
los casi 430 comerciantes de la Plaza de EPM.
Quienes allí venden verduras, frutas, granos, y
carnes, entre otros artículos, se quejan del deterioro de la infraestructura, a
pesar de que, afirman, pagan el arriendo puntualmente.
Lozano dice que es evidente que son más las
incomodidades existentes, producto de que no han hecho mejoras en el inmueble,
al punto de que “cuando llueve nos inundamos”.
“El techo se nos ha venido cayendo a pedazos”,
afirma. Expresa que aunque la tarifa que pagan es económica, como las ventas
han bajado muchas veces “no hacemos ni para los pasajes para regresar a
casa”.
Las inundaciones también se presentan en el
mercado El Playón cuando crece el caño de la Auyama en época invernal. Manuel
Caballero, vendedores de esta plaza, quien lleva 22 de sus 81 laborando en el
mercado, se queja del mal estado de las vigas del techo y de lo obsoleto que
está el alcantarillado, el cual cuando llueve se rebosa.
Por eso pide, urgentemente, al Distrito que lo
que recauda por arriendo lo invierta en infraestructura. “Yo me pregunto qué
hacen la plata que recogen aquí”.
Dijo que otro factor que está incidiendo para que
los barranquilleros no vayan tiene que ver con la cantidad de vendedores
estacionarios en los alrededores de estos, lo que da sensación de inseguridad,
y los almacenes de cadena que han abierto en la ciudad.
Otro comerciante de la plaza La Magola, que
también tiene problemas de infraestructura, expresó que se sienten abandonados
y que en el lugar “llueve más adentro que afuera; los años pasan y no le cambian
la cara al mercado”.
Promocentro señaló que lo que recaudan
mensualmente por derechos de concesión (uso de los locales que pertenecen al
distrito) “alcanza apretadamente” para los gastos de vigilancia, aseo y
parafiscales, entre otros.
Cianci asegura que recientemente arreglaron el
techo de El Playón con nuevas láminas para mejorar las condiciones de
trabajo.
Reveló que hace poco hicieron un recorrido por
los mercados con una comisión de expertos en antisísmica y están a la espera
del resultado del estudio. Reconoció que, en términos generales, los mercados
tienen problemas en infraestructuras (techos y pisos) y en las redes de
alcantarillado.
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