Cogemos el carro de la compra para recorrer cinco mercados tradicionales, auténticos, que no han perdido prácticamente ni un ápice de su esencia. Valencia, Barcelona, Santiago de Compostela, Madrid y Sevilla serán nuestras paradas.
Sin embargo, por fortuna para todos, los
mercados de toda la vida permanecen en muchas de nuestras ciudades.
Capeando el temporal de la crisis económica y el de los cambios en los hábitos
de consumo. Haciendo equilibrios para no convertirse en una mera atracción turística,
al tiempo que buscan atraer a la clientela de siempre más nuevos públicos.
Buscando sobrevivir como siempre lo hicieron: ofreciendo buen producto. La
materia prima con la que se alimenta un barrio.
Como homenaje a ellos, como defensa de su existencia,
nos acercamos a cinco mercados tradicionales que no han perdido su
esencia o, al menos, luchan por mantenerla lo más intacta posible.
Este templo del producto de dimensiones
catedralicias debe estar en lo más alto. El Mercat Central de València es, además
de un edificio modernista de extraordinaria belleza, un lugar en el que
abastecerse de la mano de más de trescientos comerciantes y sus respectivos
puestos. Carnes, pescados, hortalizas, frutas, salazones, charcutería,
conservas, cervezas artesanales, frutos secos, dulces, panadería y un largo
etcétera. No en vano, es el mayor centro europeo especializado
en productos frescos. Con un siglo de historia a sus espaldas,
continúa siendo el mercado de referencia en la ciudad de Valencia, su área
metropolitana y alrededores.
La Boqueria se ha convertido en un atractivo
turístico de primer orden en una ciudad, Barcelona, que en los últimos años ha
experimentado un gran crecimiento turístico. Es el mercado tradicional más
grande de Cataluña, el que más variedad de productos frescos ofrece en la
comunidad y el más visitado tanto por locales como
por turistas. Una circunstancia, esta última, que intentan
compatibilizar día a día con sus funciones básicas: abastecer las despensas de
los habitantes de la ciudad. Larga vida al «lugar en el que se concentran todos
los pasos de la cadena alimentaria», que diría Ferran Adrià.
Aunque sus orígenes se remontan a la segunda
mitad del siglo XIX, el actual edificio de piedra del Mercado de Abastos de
Santiago de Compostela tiene poco más de 75 años. La plaza está actualmente
gestionada por una cooperativa y mantiene intacta el
espíritu que siempre la caracterizó. Capturas recién traídas de
los puertos y las lonjas, hortalizas y frutas venidas de huertas cercanas y
carnes exquisitas como la de vaca gallega. En el mercado, además, se disfruta
de alta cocina con Abastos 2.0, uno de los restaurantes compostelanos más
populares, y del género que uno compra, que por un pequeño porcentaje del
precio pagado puede ser cocinado allí mismo.
Uno de los mercados tradicionales más importantes
de la capital continúa siendo, porque lo fue desde su inauguración, el Mercado
de la Cebada. Sobreviviendo a cambios urbanísticos, remodelaciones e
intenciones que se alejaban de lo que es una plaza de abastos convencional,
este centro ubicado en pleno barrio de La Latina continúa
siendo el lugar en el que muchos madrileños llenan su despensa.
Además, incorpora otra clase de comercios, como una relojería y un taller de
zapatería, y regularmente organiza actividades culturales en forma de
conciertos, actividades lúdicas o mercadillos solidarios.
El Mercado de Triana de Sevilla encuentra su
origen a principios del siglo XIX, aunque su actual aspecto es muy reciente.
Tras cerca de una década en la calle Pagés del Corro, fue devuelto a su
emplazamiento original y reinaugurado en 2001. Estando en la capital
hispalense, a uno de sus mercados más importantes y representativos no
le podían faltar bares con buenos bocados. Con producto del
fresco y muy bueno que se vende en sus paradas típicas, repletas de carnes,
pescados y vegetales. A ellos se suman cafeterías, casas de comidas preparadas,
una arrocería, un puesto de sushi y una amplia oferta de ocio.
http://www.bonviveur.es/lifestyle/5-genuinos-mercados-que-no-han-perdido-su-esencia
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