martes, 15 de septiembre de 2015

Biodigestor recicla basura en mercado capitalino de Panamá


Panamá, 15 sep (PL) El capitalino mercado de San Felipe Neri acoge hoy el primer biodigestor elaborado entre las universidades Tecnológica de Panamá y la de Cataluña, con el objetivo de transformar los desechos orgánicos en biogas para cocinar.
La iniciativa, apoyada por la Alcaldía de esta ciudad, intenta convertirse en una solución amigable con el medio ambiente ante el gran volumen de basura que a diario generan los ciudadanos, y cuyo impacto podría causar problemas a la salud humana.

En los últimos años, los desechos sólidos resulta uno de los problemas que más afectan en Panamá, lo cual obligó a las autoridades a buscar alternativas para la recolección y utilización de los mismos.

Actualmente los desechos orgánicos conforman casi la mitad de los residuos que se generan en la urbe metropolitana, de ahí que produzcan gran parte de la contaminación, afirmó Alida Spadafora, quien lidera el programa denominado Basura Cero y los proyectos relacionados con éste en la Alcaldía.

La basura, precisó, es la responsable de la elaboración de una chicha contaminante llamada lixiviado, que va a parar a los ríos y puede contaminar hasta el agua de consumo humano.

De acuerdo con los especialistas, el proyecto piloto producirá gas a partir de las cuatro toneladas de material orgánico que genera a diario San Felipe Neri. No obstante, se prevé que ese biodigestor solo procese cerca de 40 libras de residuos, lo cual representa unos 300 kilowatts de energía mensual.

Según Spadafora, la cantidad de gas que producirá el experimento permitirá mantener un fogón de estufa encendido por 12 horas, al tiempo que no descartó la instalación de un biodigestor más grande, capaz de procesar in situ todo el volumen de basura que genera el mercado.

Desechos cárnicos, de alimentos, verduras, legumbres, frutas y hasta papel reciclable integran parte de la basura que antes iba a los vertederos, y que ahora alimenta al biodigestor para la producción de gas, a un costo aproximado de entre siete mil y 10 mil dólares.

Un digestor de desechos orgánicos o biodigestor es, en su forma más simple, un contenedor cerrado herméticamente e impermeable (llamado reactor), dentro del cual se deposita el material orgánico a fermentar en determinada cantidad de agua, proceso que produce gas metano y fertilizantes ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.

Spadafora adelantó la posibilidad de instalar otros dos equipos de este tipo en igual número de mercados públicos de alimentos, pues "reciclar los residuos orgánicos evita la contaminación del medio ambiente".

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