Por Amaury Andrade
El mercado de San Juan siempre es buena idea. Ya
sea para la turisteada y la foto o para comer rico y abundante, este lugar es
una buena parada en la ciudad. Tanto, que ya es emblema para locales y para
extranjeros. Estamos hablando del Ernesto Pugibet, uno de los cuatro mercados
del barrio San Juan, en el Centro, el que se edificó en lo que fue la bodega de
la Cigarrera de Buen Tono. Se hizo famoso por su especialización en
ingredientes poco comunes: desde quesos finos y carnes frías importadas, hasta
insectos, percebes, langostas, flores comestibles, carnes de caza y comidas
prehispánicas. Es un gran lugar para hacer el mandado fino –si traes
buen billete– pero sobre todo es buen lugar para comer –no barato, eso sí–. Hay
barras de tapeo, cafés, fonditas, cebicherías y hasta contento de tanto vino
tinto puedes salir.
En la Ciudad de México se tiene registro de que
existen 329 mercados públicos. Cada colonia tiene su mercadito de confianza y
todos son tan diferentes que terminan siendo únicos. El de San Juan no es
el mercado más grande ni el más viejo ni el más exótico de la ciudad pero sí ha
sabido distinguirse del resto. Además, este mes el mercado cumplió 63 años de
vida.
Para que sepas qué y dónde está rico comer en el
Mercado de San Juan, armamos una ruta. Aquí nuestras recomendaciones.
Recorre el Mercado de San Juan con hambre
Don Ricardo dice que su puesto es un spot de street food, pues puedes ver cómo
preparan lo que te vas a comer. Aquí comes lo que en la pescadería El Puerto de
Alvarado se vende fresco. La pescadería de don Ricardo ofrece ceviches,
aguachiles, cocteles, tostadas de ostiones, almejas, caracol, camarón, pescados
varios… Comer aquí es casi como comer en La Viga: hay cosas muy frescas,
otras no tanto, pero si tienes buen ojo podrás distinguir lo que lleva menos
tiempo fuera del mar.
Lo que está padre del Mercado de San Juan es
plantarte en uno de sus puestos de charcutería y pedir una degustación de
quesitos, carnitas frías y jamones ibéricos deliciosos. Depende del local, pero
casi todos te sirven una copita de vino de cortesía mientras pruebas. Eso sí,
no se vale probar y no comprar. Aquí se viene a gastar. También puedes pedir
una bocata (tipo torta hecha en baguette) o un platón de tapas. El más famoso
de estos locales es La Jersey pero nosotros te recomendamos Baltasar. Aquí
hay, en su mayoría, productos españoles: embutidos, quesos, fiambres y
abarrotes; aunque también encuentras alimentos franceses, suizos, canadienses…
El negocio es atendido por don Antonio y su especialidad es la baguette la
especial Baltasar ($110) que lleva jamón serrano, chorizo salamanca, queso
holandés. Deli.
Ahora: un cafecito. Triana es lugar favorito de
muchos locatarios y vecinos del Centro para echarse un café de media mañana o
media tarde y, además, ha sido varias veces laureado por chefs mundialmente
reconocidos; por ejemplo los hermanos Roca, Enrique Olvera, René Redzepi,
Carlos Gayán, entre otros. No solo el café –traído de Coatepec, Veracruz– es
bueno, sino la plática que siempre te dedicará don Pablo, el dueño, mientras
prepara tu taza.
El Mercado de San Juan tiene las fondas clásicas
que todo mercado tiene. Comerás rico, pero si quieres upgrade al típico menú ejecutivo,
siéntate en una mesa de Lobo de Mar. Aquí hay platillos caseros españoles,
desde paella hasta bocatas, ensaladas, sopas y montaditos. Una de sus
especialidades es la paella salvaje, cocinada con espárragos, pimiento
morrón, pancetta, chorizo de Pamplona, butifarra, jamón serrano, lomo ibérico y
arroz salvaje crujiente. Es algo poco común en los mercados chilangos.
El chef Luis Valle abrió este local hace poco con
la firme intención de servir pescados y mariscos ricos, tanto que nos hicieran
volver y volver y voooooolveeeer a sus brazos otra vez. Lo logró. Él viene de
familia de pescadores, así que desde pequeño aprendió a cocinar los callos de hacha,
los ostiones, los langostinos y demás productos de mar con recetas sencillas
pero contundentes. Todos sus productos vienen de Sinaloa y las recetas, de
su familia. Hasta ahora ha sido un éxito; lo único malo es que solo abre los
fines de semana y siempre hay fila de gente esperando a echarse un aguachile
picosito par curar la cruda. Ve temprano y ve con paciencia, valdrá la pena.
Los Coyotes es el restaurante de la carnicería más
exóticas del Mercado de San Juan. Aquí puedes comprar las carnes exóticas ya
convertidas en deliciosos platillos.Tienen hamburguesas de león, búfalo y
jabalí ($150); parrilladas ($320) y tacos de carnes exóticas ($100) —león,
búfalo, jabalí, cocodrilo, avestruz, armadillo, zorrillo— tostadas de salpicón
de venado y ceviche de cocodrilo($60).
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