Por Geoff Bendeck 18 de agosto de 2017
Cuatro Grados Norte se
convirtió sigilosamente en el centro pulsante y bohemio de una Ciudad de
Guatemala rejuvenecida. Este barrio del siglo XIX, originalmente conocido como
el distrito de exposiciones de la ciudad e inspirado en la Feria Mundial de
París de 1889, había cobrado mala fama por sus fábricas abandonadas y su
alarmante tasa delictiva para finales de los años noventa. Hoy, una nueva
generación de guatemaltecos esperanzados e innovadores ha recuperado Cuatro Grados Norte,
para transformarlo en una zona cultural y gastronómica sublime, llena de arte
callejero, cafeterías, incubadoras de tecnología, cooperativas artesanales y
restaurantes donde los chefs son los propietarios.
El Príncipe Gris
El movimiento de la cerveza artesanal ha tardado en llegar a
Guatemala, pero uno de sus exponentes sobresalientes encontró aquí su hogar y
se hizo de una enorme reputación. La microcervecería sirve lagers artesanales,
India pale ales, hefeweizens y stouts de café, que
marida con salchichas. Está ubicada en un rincón a media luz de la planta baja
del Centro Cultural Casa del Águila.
La Esquina
Cada sección de este salón
que invita a la diversión sirve una cocina diferente. Arriba, ofrece un helado
delicioso, pero la estrella es el puesto de tacos. Prueba los tacos al pastor
con tortillas de maíz azul, queso Oaxaca picante, y cerdo adobado que se
rostiza lentamente con piña.
Paradigma Café
Raúl Rodas, el barista
campeón mundial de 2012, fundó hace dos años este lugar. El cual sirve una moderna selección de cafés
excelentes, pero sin adornos, que se preparan usando diversos métodos como el
filtrado o pour-over, el nitro (que se sirve como cerveza de un grifo
y se enfría con nitrógeno), los flat whites (llamados así porque
tienen bastante menos espuma que el capuchino) y los cafés fríos. ¿El secreto?
Los granos de las mundialmente famosas regiones cafetaleras de Guatemala, que
se tuestan en el lugar.
Mercado 24
El innovador menú de este
lugar utiliza ingredientes frescos de los 23 mercados públicos de la ciudad. No
te pierdas la tostada de pescado y calamar.
Gula
Este escondido restaurante
compensa con creces las pocas opciones de su menú con su ejecución de esos
platillos que nos alegran el corazón. Conocido por sus inmejorables gnocchi
en salsa de tomate y alegres hamburguesas de macarrones con queso, el lugar es
una de las experiencias culinarias más acogedoras de la ciudad.
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