Integrantes de la
Comisión Legislativa de Desarrollo Turístico y Artesanal comenzaron el análisis
de la iniciativa presentada por la diputada Luz Ma. Hernández Bermúdez, para
que se declare como patrimonio cultural intangible a las manifestaciones tradicionales
que se reproducen en los mercados públicos y tianguis ubicados en el Estado de
México.
En
su carácter de secretario de la comisión, al exponer la iniciativa, el diputado
Marco Cruz Cruz, refirió que en el Estado de México existen espacios donde
confluyen diversas manifestaciones culturales intangibles como los mercados
públicos tradicionales y especializados, así como los tianguis, que son núcleos
fundamentales para la preservación y desarrollo del tejido social de la
comunidad y abastecen a los hogares en el caso de los mercados metropolitanos,
así como a diversas regiones del estado.
“Los mercados públicos
y tianguis expresan valores culturales intangibles, donde se preservan
tradiciones mercantiles que, surgidas en los pueblos prehispánicos y adaptadas
en el virreinato, han llegado a nuestros días tras doscientos años de vida
independiente, y que en este tiempo han reflejado de manera continua
expresiones de formas, voces, intercambio de productos, eslabón de productores
y consumidores, que reflejan la forma de cómo se piensa, siente y se relaciona
una sociedad compleja, pluricultural, como es la del Estado de México”,
precisó.
La
proponente de la iniciativa, Luz Ma Hernández Bermúdez reconoció la labor de los
locatarios y comerciantes de mercados y tianguis, y aseveró que el Estado de
México tiene una gran riqueza cultural en esta actividad económica, por lo que
la iniciativa busca resaltarla y reconocerla, asimismo kagradeció a los
integrantes de la comisión por comenzar el análisis de la propuesta para dar
cumplimiento a las necesidades que demandan los mexiquenses.
La
presidenta de la Comisión, Rosario Elizalde Vázquez refirió que los mercados y
tianguis son espacios turísticos por excelencia, a donde la gente acude por la
romería, por los caudales de hortalizas, a buscar el mejor precio con el
marchante, a comprar la verdura de la semana, y poner en práctica una
negociación ancestral, basada en el regateo y el trueque.
“Su
herencia es una mezcla de tradiciones mercantiles de pueblos prehispánicos, en
estos lugares se ofrecen los productos que nos regala la madre tierra a través
de trabajo arduo del campesino, y “hacer el mandado”, se vuelve un deleite con
la prueba de productos que el comerciante ofrece”, apuntó.
Por ello,
consideró que la iniciativa permitirá no solo reconocer la herencia cultural de
mercados y tianguis, sino hacer circular la economía local, ante las
avasalladoras cadenas comerciales que ofrecen enlatados con conservadores
llenos de etiquetas negras, de refrigeradores saturados de frutas, verduras y
hortalizas de importación, con precios fuera del alcance de la población y que
no representan beneficios directos para el campesino ni comerciante local, solo
para las transnacionales.
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