Últimos días del año. Todos se
preparan para la noche del 31 de diciembre. Para compartir la última noche con
la familia, amigos, esposa o pareja. Piensan en una cena especial, fuera de lo
ordinario. La alegría y nostalgia invade al pensar en el año que termina y lo
que deparará el 2017.
En la mayoría de los hogares tuxtlecos es un día en el que se reúne toda la familia, que acuerda los platillos que se servirán, quiénes comprarán los ingredientes, quiénes los prepararán, quién llevará los refrescos y todo lo necesario.
Las opciones de platillos para despedir el año de los tuxtlecos, son muy variadas: puede ir desde pollo relleno, horneado, empanizado, frito, en piña y en diferentes formas, hasta pavo, carne asada, con nopales, pico de gallo, salsas y demás, pierna de cerdo, lomo relleno, bacalao y pozole.
Sin embargo, muchos prefieren innovar con nuevos platillos de acuerdo a los gustos de cada miembro de la familia. En algunos casos preparan lasaña, carne mechada y comidas vegetarianas; y en cierto casos van por lo práctico y sencillo, y comerán solo botanas, obviamente las típicas de Tuxtla.
Lo más valioso es la convivencia con los seres queridos, dicen todos; la comida, si bien acompaña el momento, pasa a segundo término en una noche tan especial como es el fin de año y por supuesto, el primer día de una nueva etapa.
EL AHORRO TAMBIÉN ES BUENO
Algunos buscarán ahorrar un poco en el gasto para la cena e investirán en lo necesario para esta noche, para otros el dinero es lo de menos pensando también en la mañana del 1 de enero, en el denominado “recalentado”, para aquellos que desvelados se levantan tarde, cansados y listos para comer. Pensando también en que ese día prácticamente todos los negocios están cerrados.
Son pocos los que prefieren salir a un restaurante o a comer fuera de la casa, tomando en cuenta también la no muy buena situación económica y la llamada “cuesta de enero”, que el 2017 pinta peor que otros años por asuntos como el gasolinazo. “Este año ya no nos preparamos con una cena ostentosa, mejor algo sencillo, práctico, para ahorrar un poco”, dice Carlos, un padre de familia.
En su familia, platica, que planean gastar hasta 3 mil pesos en la cena de fin de año, no más. Sin embargo, algunos de sus conocidos y amigos, dice, que no toman en cuenta eso y gastan hasta más de 4 mil pesos. “Pero se olvidan que en enero viene lo más difícil”.
En el centro de Tuxtla Gutiérrez, camina Carlos junto a su hijo, ambos cargan bolsas con algunos ingredientes para la cena: pollo horneado relleno, que preparará su esposa. Ambos se dividen las tareas siempre, dice.
En las calles, la mayoría de los locales lucen llenos, así como los mercados públicos. Se observan ríos de personas que van y vienen en busca de todo lo necesario.
Las personas entran y salen de los mercados públicos, de las carnicerías, las verdulerías. Recorren varios lugares en busca de lo mejor, los más fresco y sobre todo al precio justo.
Carlos despedirá el año con esposa e hijos en casa de su señora madre. También llegarán sus hermanos, cada uno llevará su propia cena, para compartir y tener más opciones.
En años anteriores, dice, no tomaba en cuenta la inversión para la cena de noche buena y menos para la de fin de año. Preparaban hasta 3 platillos para estas fechas y gastaba hasta 5 mil pesos.
Ahora, con las noticias que se han publicado respecto a los incrementos de gasolina, la canasta básica, la luz, el agua y otros servicios básicos, y posibles alzas a impuestos, todos en su familia han comenzado a ahorrar.
En noche buena, platica, que decidieron cooperar y preparar un platillo para todos; porque para ellos las dos fechas son importantes. “Celebramos las dos fechas, noche buena por el Niño Dios, porque somos católicos y mi mamá nos inculcó la tradición, y año porque es una alegría que Dios nos permite vivir… pero así como está la situación, cada vez es más difícil. Solo queda hacer algo sencillo”.
En la mayoría de los hogares tuxtlecos es un día en el que se reúne toda la familia, que acuerda los platillos que se servirán, quiénes comprarán los ingredientes, quiénes los prepararán, quién llevará los refrescos y todo lo necesario.
Las opciones de platillos para despedir el año de los tuxtlecos, son muy variadas: puede ir desde pollo relleno, horneado, empanizado, frito, en piña y en diferentes formas, hasta pavo, carne asada, con nopales, pico de gallo, salsas y demás, pierna de cerdo, lomo relleno, bacalao y pozole.
Sin embargo, muchos prefieren innovar con nuevos platillos de acuerdo a los gustos de cada miembro de la familia. En algunos casos preparan lasaña, carne mechada y comidas vegetarianas; y en cierto casos van por lo práctico y sencillo, y comerán solo botanas, obviamente las típicas de Tuxtla.
Lo más valioso es la convivencia con los seres queridos, dicen todos; la comida, si bien acompaña el momento, pasa a segundo término en una noche tan especial como es el fin de año y por supuesto, el primer día de una nueva etapa.
EL AHORRO TAMBIÉN ES BUENO
Algunos buscarán ahorrar un poco en el gasto para la cena e investirán en lo necesario para esta noche, para otros el dinero es lo de menos pensando también en la mañana del 1 de enero, en el denominado “recalentado”, para aquellos que desvelados se levantan tarde, cansados y listos para comer. Pensando también en que ese día prácticamente todos los negocios están cerrados.
Son pocos los que prefieren salir a un restaurante o a comer fuera de la casa, tomando en cuenta también la no muy buena situación económica y la llamada “cuesta de enero”, que el 2017 pinta peor que otros años por asuntos como el gasolinazo. “Este año ya no nos preparamos con una cena ostentosa, mejor algo sencillo, práctico, para ahorrar un poco”, dice Carlos, un padre de familia.
En su familia, platica, que planean gastar hasta 3 mil pesos en la cena de fin de año, no más. Sin embargo, algunos de sus conocidos y amigos, dice, que no toman en cuenta eso y gastan hasta más de 4 mil pesos. “Pero se olvidan que en enero viene lo más difícil”.
En el centro de Tuxtla Gutiérrez, camina Carlos junto a su hijo, ambos cargan bolsas con algunos ingredientes para la cena: pollo horneado relleno, que preparará su esposa. Ambos se dividen las tareas siempre, dice.
En las calles, la mayoría de los locales lucen llenos, así como los mercados públicos. Se observan ríos de personas que van y vienen en busca de todo lo necesario.
Las personas entran y salen de los mercados públicos, de las carnicerías, las verdulerías. Recorren varios lugares en busca de lo mejor, los más fresco y sobre todo al precio justo.
Carlos despedirá el año con esposa e hijos en casa de su señora madre. También llegarán sus hermanos, cada uno llevará su propia cena, para compartir y tener más opciones.
En años anteriores, dice, no tomaba en cuenta la inversión para la cena de noche buena y menos para la de fin de año. Preparaban hasta 3 platillos para estas fechas y gastaba hasta 5 mil pesos.
Ahora, con las noticias que se han publicado respecto a los incrementos de gasolina, la canasta básica, la luz, el agua y otros servicios básicos, y posibles alzas a impuestos, todos en su familia han comenzado a ahorrar.
En noche buena, platica, que decidieron cooperar y preparar un platillo para todos; porque para ellos las dos fechas son importantes. “Celebramos las dos fechas, noche buena por el Niño Dios, porque somos católicos y mi mamá nos inculcó la tradición, y año porque es una alegría que Dios nos permite vivir… pero así como está la situación, cada vez es más difícil. Solo queda hacer algo sencillo”.